Nikon D3100: análisis
Si lo habitual es toparse con cámaras que a primera vista sugieren grandes cambios que luego quedan en nada, la Nikon D3100 no es un modelo al uso. Aunque ni el diseño ni la denominación escogida parecen prometer un gran salto evolutivo respecto a la D3000, la más modesta de las actuales SLR nikonistas da un paso hacia delante considerable gracias a un nuevo CMOS de 14 megapíxeles que eleva la sensibilidad hasta 12.800 ISO y acerca la grabación de vídeo Full HD a este segmento de la firma japonesa. Sin grandes pretensiones y con la vista puesta en los usuarios noveles y en la creciente competencia de las cámaras sin espejo, sólo algunos detalles operativos y el siempre mejorable enfoque en pantalla restan décimas a la buena nota de una cámara sencilla, asequible y bien rematada.
Iker Morán / Álvaro Méndez.- La llegada de nuevas tecnologías suele seguir una lógica descendente: se estrenan por todo lo alto en los modelos más caros y, con el paso del tiempo, acaban recalando en las cámaras más sencillas. Con la D3100 ocurre todo lo contrario: la SLR más humilde de Nikon es la primera -y por ahora única- de la familia en atreverse con el vídeo Full HD.
Si lo habitual es toparse con cámaras que a primera vista sugieren grandes cambios que luego quedan en nada, la Nikon D3100 no es un modelo al uso. Aunque ni el diseño ni la denominación escogida parecen prometer un gran salto evolutivo respecto a la D3000, la más modesta de las actuales SLR nikonistas da un paso hacia delante considerable gracias a un nuevo CMOS de 14 megapíxeles que eleva la sensibilidad hasta 12.800 ISO y acerca la grabación de vídeo Full HD a este segmento de la firma japonesa. Sin grandes pretensiones y con la vista puesta en los usuarios noveles y en la creciente competencia de las cámaras sin espejo, sólo algunos detalles operativos y el siempre mejorable enfoque en pantalla restan décimas a la buena nota de una cámara sencilla, asequible y bien rematada.
Iker Morán / Álvaro Méndez.- La llegada de nuevas tecnologías suele seguir una lógica descendente: se estrenan por todo lo alto en los modelos más caros y, con el paso del tiempo, acaban recalando en las cámaras más sencillas. Con la D3100 ocurre todo lo contrario: la SLR más humilde de Nikon es la primera -y por ahora única- de la familia en atreverse con el vídeo Full HD.
Más allá de este último detalle -que incluso les parecerá prescindible a muchos usuarios-, esta joven réflex rompe con la dinámica de las cuatro generaciones anteriores (D40, D40x, D60 y D3000) apostando por un CMOS que le permite presumir de un rendimiento mucho más competitivo.
Éstos son sólo dos de los ingredientes de una SLR aparentemente igual a su predecesora, pero con algunos interesantes cambios. Por eso, y tras actualizar el firmware a la última versión (la 1.01 en el momento de realizar esta prueba), hemos pasado unos días e incluso nos hemos escapado un fin de semana de viaje con esta SLR a cuestas. Nada mejor para conocer de verdad una cámara.
Correcta para su segmento
Acercarse a esta gama del mercado obliga a tirar de sentido común para colocar el listón a la altura que corresponde. Concretamente, a la de un modelo que cuesta menos de 500 euros (incluido el zoom estándar 18-55 mm f3.5-5.6 DX VR).